Hay propiedades que se visitan… y otras de las que uno nunca quiere marcharse. Esta es de las últimas.
Situada en el enclave más exclusivo de Puerto Marina —Isla Poniente— esta vivienda frente al mar de 2 dormitorios, completamente reformada, ofrece algo verdaderamente excepcional: la sensación de vivir sobre el mar, sin necesidad de zarpar.
Desde el primer paso en su interior, la vista se convierte en la protagonista. Los barcos desfilan en silencio junto a las ventanas. El agua refleja todos los matices del cielo. Y el ritmo del mundo exterior se desvanece. No es solo una vivienda: es un asiento en primera fila al espectáculo más elegante que pueden ofrecer la naturaleza y la arquitectura.
Diseñada con esmero, la vivienda combina líneas limpias y acabados de alta gama. Ambos dormitorios ofrecen confort, mientras que el salón y el dormitorio principal se abren al puerto como si fueran parte de la suite de un yate de lujo.
Y, por supuesto, la joya: una piscina en la azotea que convierte cada atardecer en un ritual íntimo. Con vistas panorámicas al Mediterráneo, es un espacio que inspira y enamora.
Aislada del bullicio pero a solo unos pasos de los mejores restaurantes, tiendas y playas de Benalmádena, esta propiedad es para quienes valoran la paz, la exclusividad y una conexión profunda con el mar.
Ya sea como refugio personal o como inversión en uno de los destinos costeros más codiciados de España, esto no es solo una propiedad. Es un estilo de vida. Y son muy pocos los que pueden llamarlo hogar.